viernes, 2 de julio de 2010

El Evangelio de los farsantes


La definición de la palabra ´´farsa´´ según el diccionario, ´´es la intención que se realiza para aparentar y engañar.´´ Podemos suponer que esta farsa pudiera hacerse  de manera deliberada o inconsciente. Este es el caso en cuanto al Evangelio sobre todo en esta generación, si nosotros consideramos que uno de los objetivos importantes es ´´…haced discípulos´´  cuando no se ven por ningún lado, entonces se está aparentando y engañando a la gente. En las diferentes congregaciones  y de todo  tamaño usted ve ´´almas ganadas´´ o miembros pero no discípulos, esto es un engaño por medio del uso de la farsa.
Hay una serie de cortinas de humo en la cristiandad para que no haya conciencia de las maniobras que se hacen para impedir el objetivo del discipulado ordenado por El Señor a través del Evangelio….´´haced discípulos.´´ Usted puede ver a los hombres ´´ilustres´´ de la cristiandad, más ocupados en lo que dicen los hombres acerca de: tendencias, novedades, movimientos, descubrimientos e interpretaciones etc.  que en la verdadera tarea del Evangelio, como lo hizo El Señor y  posteriormente los Apóstoles, HACED DISCIPULOS. El Señor estaba demasiado ocupado en LA OBRA como para  ´´engancharse´´ y tomar en cuenta las ocurrencias de los perturbadores de su tiempo, la misma actitud la vemos en los Apóstoles ´´para mí el vivir es Cristo….´´. No lo que digan los hombres. Pero hoy vemos como  se ocupan en defender por todos los medios posibles lo que dijo Calvino, o Lutero, o exaltar las virtudes de x, y, o z  personajes ´´celebres,´´ y muchas cosas más parecidas a estas.  
Veamos que Pablo no hacia una farsa del Evangelio.  Col 1:25,28---  de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios…  a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre…  esto es lo que no se hace actualmente, la tarea de hacer discípulos. Ahora apreciemos la efectividad de la obra del discipulado. 1Tes. 1:8-9----  Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;  porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.-----Los tesalonicenses eran ´´cartas de Cristo, conocidas y leídas por todos los hombres.´´  Es por medio de la Palabra que se manifiesta la farsa que hacen actualmente con el Evangelio, aparentando que con ´´ganar las almas´´  sin fruto de discípulos, están haciendo la obra. ¡Esto es un engaño sutil !
Vamos a señalar la raíz del problema. ¿Por qué recurren a la farsa? Rom 10:15----  ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?----  Pablo según vimos en Col. 1:25 ´´ según la administración (la plataforma del Espiritu) de Dios que me fue dada…´´  fui enviado a la obra. Pero ahora se practica  ´´enviar o sentirse enviados´´ sin tomar en cuenta ´´la administración de Dios´´  si es mencionada por Pablo es porque EXISTE y sigue vigente. Y si sabemos que Dios no manda a nadie a sus propias expensas, debemos de entender que NADIE PUEDE SER ENVIADO  a servir si primero no es APROBADO como discípulo y equipado con un don para ministrar por El Espiritu Santo, esto señores es la  ADMINISTRACION divina para preservar la verdad y calidad del Evangelio a través de las generaciones hasta el Rapto de la Iglesia. ¡Atención a esto!
Por esta razón  recurren a la farsa, ´´no han entrado por la puerta, y el portero no los conoce´´ y... nada podemos dar si primero no recibimos. Por eso no les interesa el discipulado porque ellos mismos no son discípulos, y por lo tanto descartados para ser enviados. Más sin embargo ellos se envían a sí mismos, o por sí mismos. ´´por esto son los tiempos peligrosos´´
Advertimos solemnemente a través de esta enseñanza  a todo aquel que tenga oídos para oír; decirse o creerse  ser cristiano, o suponerse ser ´´enviado´´ sin ser un discípulo aprobado es  señal del engaño por los farsantes del Evangelio. El ser un discípulo aprobado es la prueba que nos legitima como verdaderos cristianos, y como auténticos enviados conforme a la administración de Dios.

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